El llamativo color de la sangre puede ser el primero en ser nombrado porque está asociado directamente con la supervivencia. La sangre me hace pensar en la feminidad, el nacimiento, una herida, un pacto. Algunas personas encuentran en el rojo un recordatorio de la nueva alianza con Dios a través de la sangre de Cristo.
Resulta muy estimulante. Poderoso lazo. Pasión, erotismo, amor, sexualidad, excitación, placer, atracción. Este color invita a la activación y a la abundancia, evoca a la fuerza y al vigor. Proyecta calor. Se asocia con el fuego y la energía pura.
El color rojo está relacionado con el chacra Muladhara, en el Plexo Sacro, al final de la columna vertebral. Como punto de contacto con la tierra, es el punto de partida para tomar conciencia del cuerpo. Representa entonces la conexión entre el espíritu y la materia.
Algunos animales y plantas se valen de este color para advertir acerca de su peligrosidad. Por eso el rojo expresa a la vez peligro, miedo y necesidad de protección. Señala al poder.
El exceso de rojo genera oposición, violencia, odio, agresión, inmoralidad.
En el ojo, la percepción del color rojo ocurre gracias a unos fotorreceptores de las ondas de baja frecuencia, que a la vez son las más largas del espectro electromagnético visible, con longitudes entre 620 y 780 nm. Bermejo, colorado, encarnado, tomate, vino, rojo vivo, coral, rojo fuccia, carmín o carmesí, rojo indio, rojo persa…