El anaranjado sigue al rojo en el espectro electromagnético, con longitudes de onda menores y más frecuentes, cuya medida es de 595 a 630 nm. Me atrevo a decir que el límite exacto entre rojo y naranja no existe. A menudo no reconocemos todo el anaranjado que llega a nuestros ojos porque aprendimos a verlo y nombrarlo como rojo. Por ejemplo, decimos que algo incandescente está al rojo vivo o que tenemos una amiga pelirroja.
En la
naturaleza los seres anaranjados se consideran exuberantes, le pasa a muchas frutas,
flores, hongos y líquenes. Los arreboles se roban toda mi atención…
El color
anaranjado es un color cálido y estimulante al igual que el rojo. Por esto se
considera que genera exaltación, fuerza, pasión, pero no en relación con la
supervivencia, como hace el rojo, sino en relación con la vida social, entonces
al mismo tiempo fomenta la extraversión, la alegría, el entusiasmo, la
creatividad. El centro energético relacionado con el anaranjado es el chakra
Svadhisthana, que significa “la base de uno mismo”, situado en la zona del
sacro, la cadera y los órganos sexuales.
Otro de los
atributos que el color anaranjado comparte con el rojo es la asociación con el
peligro y, como es más vistoso que aquel, entonces se usa como señal de advertencia,
por ejemplo, en las luces direccionales de un vehículo, en las sirenas de
ambulancias y bomberos. El naranja es más luminoso que el rojo, el más fácil
verlo tras la niebla, en medio del mar o en medio de la noche, por eso se
destaca en elementos de seguridad vial, chalecos de trabajo con riesgo, botes,
flotadores y salvavidas.
Ya echamos
una mirada general; este color es visto con muchos matices socioculturales e históricos.
La simbología es una materia viva que habla en la mitología, el arte, la
religión y la política.
Ahora vean la energía de anaranjado en las manillas que hacemos; si desean adquirirlas llamen o escriban +57 317 452 2187
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